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23 de julio de 2013

La historia vive (+Fotos)

 
Una ciudad singular. Apoderada de acontecimientos que la trascienden a escala nacional y universal, Santiago de Cuba es una sumatoria de heroicidades que la convierten en tesoro patrimonial para los cubanos
de todas las generaciones.

Ese convencimiento mueve las esencias de su gente por estos días de aprestos, en los que acometen un amplio y ambicioso programa constructivo de reparación y rehabilitación en la llamada Área Monumental 26 de Julio, que abarca las principales instalaciones relacionadas con el asalto al Cuartel Moncada, gesta  histórica que en pocos días arribará a su aniversario 60.

Según el director de la Oficina del Conservador de la Ciudad, el arquitecto Omar López, «este es un proyecto patrimonial estratégico, dinámico y de alto impacto para la población», que ya muestra
remodelado el edificio del Cuartel Moncada, sede del acto central por la efeméride, este viernes.

Este remozamiento incluyó a toda la Ciudad Escolar 26 de Julio, integrada por cinco escuelas primarias, una secundaria, la sede de la Dirección Provincial de Educación y las instalaciones de Teleturquino, especialmente la antigua Casa del Jefe del Regimiento, conocida como la casa de Chaviano, donde se ultiman detalles, precisó López.

En este contexto se inauguró recientemente la galería Arte Soy, emplazada en el antiguo Cuartel de Concha; también se acometieron trabajos de reparación en el Hospital Militar, en el círculo infantil Ana de Quesada, el conjunto de 19 viviendas Art Deco, situadas al lado del Moncada; el Hospital Oncológico y la Escuela Normal de Oriente, mientras aún laboran en el policlínico Julián Grimau y el parque biblioteca Abel Santamaría.





El Conservador de la Ciudad apuntó que se perfeccionan detalles del mobiliario urbano en la Avenida de los Libertadores, se pavimentan arterias, se colocan señalizaciones y se cambiaron 32 luminarias obsoletas por un moderno sistema con la tecnología LED, todo lo cual se complementa con el mejoramiento del sistema monumental de esa vía, que exhibe bustos de los generales independentistas, bancos, papeleras, paradas de ómnibus y los mapas guías de la urbe.



Especial esmero ponen restauradores y ejecutores en el Parque Abel Santamaría, obra que requirió de una ampliación y de un arbolado a tono con su ubicación en el pulmón verde de la ciudad. «Se concibe
como un parque biblioteca, con elementos de mobiliario urbano, de manera que santiagueros y visitantes puedan también leer en áreas exteriores la vasta colección literaria existente en la biblioteca
municipal, enclavada también en este lugar emblemático, remanso de la historia nacional», añadió.

Igualmente una considerable inversión ameritó la Sala de Enfermería del antiguo hospital Saturnino Lora, escenario del juicio a los asaltantes del Moncada, donde el joven abogado Fidel Castro proclamó
su histórico alegato La Historia me absolverá, contundente denuncia de la calamitosa realidad de la Cuba de entonces, que los impulsó a tomar las armas.

Allí se trabajó en el montaje de la sala con componentes originales, que recrean ese relevante momento del juicio que, en octubre próximo, arribará también a su aniversario 60.

 

En su conjunto, el área rehabilitada comprende cuatro supermanzanas que contienen igual número de monumentos nacionales, tres de ellos muy relacionados con los hechos del Moncada: el ámbito propio del cuartel, el otrora hospital Saturnino Lora, hoy Parque Monumental Abel Santamaría; la zona aledaña al Palacio de Justicia y la antigua Escuela Normal de Oriente, menos vinculada con aquellos hechos pero
muy conectada patrimonialmente.

La Oficina del Conservador ha diseñado un programa de actuación que comprende no solo a los edificios emblemáticos, sino también al entorno inmediato al asalto. En opinión de Omar López resulta
fundamental que el área monumental adquiera una cualidad urbanística, o sea, se diferencie, se señale, se destaque por el tratamiento especial que tengan los espacios vinculados a este hecho.

«Para todos los inmuebles se planteó un trabajo de conservación y reanimación que implicó el rescate de los elementos de su imagen original, rehabilitación de muros, paredes, carpintería, elementos de herrería y los techos, entre otros. También se incluyó un proyecto de pintura adecuada a partir de un estudio de color que valorice el entorno donde se ubica».

El Conservador de la Ciudad insistió en apreciar el Área Monumental del 26 de Julio no solo como patrimonio de los santiagueros, sino de toda la nación. Gracias a este esfuerzo, hoy los trazos de la Ciudad
Heroína se visualizan mucho más alegres que de costumbre, en vísperas de una fecha memorable de la hidalguía cubana.

Texto y fotos tomados de Juventud Rebelde

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